sábado, 19 de noviembre de 2011

Franck Nöel, curso en Tenerife, del 3 al 6 de Noviembre


La primera semana del mes de Noviembre de 2011, del 3 al 6, se celebró en el Centro Deportivo Islas Canarias de La Laguna y en el dojo Cesarulaguna de la misma localidad el seminario de aikido impartido por Franck Nöel, séptimo Dan de aikido conferido por el Aikikai de Tokio. El jueves 3 y el viernes 4 el seminario se desarrolló en el dojo de Cesar Febles, en La Laguna, en horario de ocho a diez de la noche. El sábado 5 hubo dos sesiones en el Centro Deportivo Islas Canarias: la de mañana de once a una de la tarde y la de la tarde de cuatro a seis, concluyendo el seminario el domingo con la sesión de mañana de diez y media a doce y media.

A parte de los participantes de Tenerife, a la isla vecina nos trasladamos varios aikidokas de Gran Canaria: nuestros compañeros Toni, Echedey y Tono (del dojo de Toni), nuestro amigo Manolo, que acudió con varios de sus alumnos (entre ellos Karina y Ángel) y el que esto suscribe como embajador plenipotenciario del Club Tomodachi. Completaron el elenco de participantes Ángel, de Madrid, y sobre todo Óscar; del dojo de Franck Nöel en Toulouse y que cuenta como canarión al haber pasado muchos años practicando y dando clases en nuestra isla. La afluencia no era la usual en un curso de Franck Nöel, pero eso redundó en beneficio de los que asistimos ya que tocaba “más Nöel por cabeza”.

Nosotros estuvimos del viernes al domingo y podemos hablar de lo que tuvo lugar esos días. El viernes trabajamos desde ai hammi katatedori, el sábado por la mañana desde shomen uchi y gyaku hammi katatedori, y el resto de sesiones con morote dori, ryote dori y ushiro ryote dori. Como pueden ver, la mayoría de ataques eran agarres. La propuesta de Franck Nöel fue la de trabajar con la misma entrada para el mismo ataque e ir construyendo la práctica aumentando progresivamente la dificultad de la técnica. En la entrada de los agarres,  tori se colocaba en un ángulo determinado (30 ó 45 grados principalmente) que le iba a facilitar, o posibilitar, el desequilibrio de uke en el desarrollo de la técnica. La primera técnica de los agarres fue casi siempre un tai atari en el que el sensei insistía en “desequilibrar al compañero con el cuerpo y no con los brazos”. Es probable que insistiera en el tai atari para consolidar el concepto de “hacer la técnica con el cuerpo, no con los brazos” y para acostumbrarnos a relajar los brazos. El movimiento posterior a la entrada en las técnicas siguientes: irimi nage, kote gaeshi, shiho nage, tenchi nage... era el que provocaba el desequilibrio y el sensei insistió en que fuera claro y amplio. Hubo tiempo también para técnicas más complicadas, pero este fue el trabajo de base que sirvió de fundamento: ángulo de la entrada, brazos relajados, responder con el centro (cuerpo), pies disponibles en todo momento...


Densidad


Los participantes más experimentados del seminario comentaban que éste era un trabajo de “densidad”. Y es cierto que exige una gran presencia y por parte de ambos compañeros. Franck Nöel corrigió alguna vez el ataque por este motivo, especialmente en shomen uchi, cuando la propuesta de uke no era la ideal para el trabajo de tori. Al que esto suscribe el sensei tuvo ocasión de echarle más de una bronca en los rondos por no proporcionarle suficiente densidad: en shomen uchi, por adelantarme hacia el lugar al que salía la técnica en lugar de ir hacia él, en morote dori, por limitarme a agarrarle el brazo sin intentar desequilibrarlo, y, en ushiro ryote dori, por no agarrar manteniendo la palma pegada al brazo del compañero. Parece que cuanto mayor es la cantidad y la calidad de la densidad mejora la calidad de la técnica. Esa densidad hace también que el trabajo, aunque se haga despacio (la velocidad aumenta la espectacularidad de la técnica, pero también oculta errores que no se pueden permitir en un trabajo más lento) sea muy intenso.

Experiencia

Siempre es agradable trasladarse a Tenerife para hacer un curso, aunque a nuestro compañero Julio no le guste visitar “países extraños”. Es muy positivo también “conocer y practicar con gente de una obediencia un poco diferente” o incluso con gente que sigue la misma línea, pero con la impronta personal que deja cada maestro en la práctica. Estamos acostumbrados a practicar siempre con la misma gente y el hecho de tener que enfrentarse a una incógnita en forma de un compañero inusual nos hace estar más a la escucha y practicar esa dimensión del aikido que nos hace adaptarnos a lo que viene. Sumando a todo esto el placer que siempre está presente al conocer a gente que comparte nuestra pasión por la práctica y experiencias y puntos de vista que suelen ser muy similares. Un curso, en resumen, es una de las experiencias más gratificantes que nos ofrece nuestra disciplina, especialmente cuando podemos trabajar en la línea que hemos decidido seguir.


Para terminar:

La obra de Franck Nöel

El trabajo de Franck Nöel tiene una dimensión intelectual que ha sido principalmente recogida en su libro: Aikido, Fragments de dialogue à deux inconnues (Aikido, Fragmentos de diálogo con dos incógnitas). No es un libro de técnicas al uso, sino un conjunto de reflexiones sobre cada aspecto de la práctica destinado a responder a las preguntas ¿Qué hacemos? ¿Por qué? ¿Para qué sirve? Una visión cargada de profundidad y densidad, como su aikido. Ignacio Quiros ha traducido el libro al español y esta traducción junto con el libro se pueden comprar en los seminarios que imparte Franck Nöel en España.    

Sólo nos queda recordar que Franck Nöel imparte cinco cursos en España: Madrid, Vitoria, Valencia, Almería y Canarias (éste último, evidentemente, es el mejor) y que cualquiera que quiera informarse sobre los stages que realiza por toda Europa puede hacer lo en la página de su dojo: www.aikido-noel.com

Himar Suárez


 
                                          Gracias a Oscar San Cristóbal por cedernos esta foto.

                                                                                        

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